jueves, 28 de noviembre de 2013

DEPENDENCIA


Llevo todo el día con la intención de escribir mi entrada número 100 para el Blog pues me ronda la mente una de mis gracietas. Sin embargo, ahora que tengo tiempo, con los niños cenados y acostados, no tengo cuerpo para ello.

Esta tarde he tenido la inmensa fortuna de escuchar las desgarradoras palabras de dos grandes luchadoras. Hoy he tenido la enorme suerte de compartir las vivencias de Aurelia Jerez, madre de un niño de 6 años gran dependiente, y de Eva Nasarre, a la que los que tenemos cierta edad recordábamos del programa Puesta a Punto y que hoy es una persona dependiente, pero con un coraje que ya quisiera yo para mí.

Nos han contado de primera mano cómo les han llenado de copagos y repagos. Nos han contado como les han recortado drásticamente las prestaciones. Nos han contado como les han privado de las cotizaciones a la Seguridad Social. Nos han explicado cómo la privatización de los servicios está dejando fuera por falta de recursos a muchos de ellos. Nos han dado datos de las crueles listas de espera disuasorias que provocan la muerte de muchos de los dependientes antes de llegar a recibir las ayudas concedidas. Etcétera, etcétera, etcétera.

Recortes, privatizaciones, subidas de impuestos, fechorías de un Gobierno que nos afectan a todos, pero que si ya son duras para las personas que podemos valernos por nosotros mismos, imagínense ustedes como lo están pasando todas aquellas personas que necesitan de otro para realizar sus actividades cotidianas. Piensen también en como afectan estos recortes a todos aquellos que han tenido que dejar sus trabajos para dedicarse al cuidado de sus familiares.

En estos casos, la crueldad de los recortes es de un nivel tal que solo se me ocurre compararla con la colocación de cuchillas en las vallas que 'protegen' nuestras fronteras y que laceran la piel de los que huyen de la miseria en busca de un mundo mejor.

Después de escuchar a estas dos grandes mujeres hablar del cambio que supuso en sus vidas la aprobación en 2006 de la Ley de Dependencia, se te caen los palos del sombrajo cuando ves la alegre ignorancia de los que van por ahí pregonando que todos los políticos son iguales mientras portan carteles con sesudos eslóganes como el PPSOE. Algo falla en esta sociedad si no somos capaces de distinguir entre quien te pone comida en la mano y el que te la muerde.

martes, 26 de noviembre de 2013

LA SALA DE ESPERA


Un 115B parpadeaba en la pantalla en grandes números rojos. 115B mesa 12. Miró con resignación el papel que acababa de coger del dispensador automático de turnos. 146B. El trago no iba a ser rápido. Ernesto se maldijo por no haber dejado cargando por la noche su iPhone 5.

La sala de espera estaba repleta de gente. Gente muy distinta a él. Estaba fuera de lugar pese a no llevar puesto uno de sus trajes ni una de sus modernas corbatas. No estaba cómodo, pero nadie parecía reparar en ello. Nadie parecía reparar en él.

Una señora, de edad excesiva, en su opinión, para encontrarse en un sitio como aquel, se puso a su lado. En otro momento y en otro lugar no hubiera dudado en cederle el asiento, pero la espera iba a ser larga y la mujer podría haber hecho igual que él. Podía haber llegado antes.

Estaba pensando en ello cuando el individuo que se encontraba sentado a su lado se levantó y con un acento que Ernesto reconoció perfectamente dijo un 'siéntese por favor' que le dejó en muy mal lugar. ¿Qué se habrá creído este Alexandru? o Andrei, o Claudiu, o Emilian, o Marius, o Mihail, (...). Eran tantos y estaban tan por todas partes que, pese al rechazo que le causaban, Ernesto había terminado aprendiendo sus nombres. ¿Cómo era posible que aquel tipo, que ni siquiera debiera de estar en España, le hubiera dejado en tan mal lugar? Es venganza, pensó, se me ve en la cara que he despedido a docenas de compatriotas suyos. ¿Qué les pasará por la cabeza para no darse cuenta de que sobran aquí? Estuvo bien su colaboración cuando no disponíamos de albañiles suficientes que pudieran contribuir a consolidar nuestro desarrollo, pero ahora que no había trabajo suficiente para los nuestros, debería ser obligatorio el regreso a sus países de origen. Ernesto no podía entender que una sociedad como la española, que no era capaz de garantizar el trabajo para los suyos, se escandalizara porque se hubieran colocado unas cuchillas en una reja cuyo único fin era que no siguieran entrando más y más parásitos del Sistema.

123B mesa 7. Tanto lío con si debía de haberle dejado el sitio o no a la señora y ya es su turno. Otra mujer ocupa su lugar. Esta es joven o por lo menos intenta parecerlo con su estrafalaria forma de vestir. Zapatillas negras y pantalón de chándal negro, ambos con unas líneas fucsias fosforescentes que hacían daño a la vista y atentaban contra el buen gusto. El conjunto se completaba con una sudadera de un fucsia más intenso aun. Si al salir de allí pinchaba con su coche no necesitaría el chaleco reflectante para ser vista en la distancia. La estridencia de los colores de su vestimenta provocaba que no te fijases en su flequillo cardado al más puro estilo de los ochenta. A Ernesto le vinieron a la cabeza aquellos posters de Samantha Fox con los que muchos de sus compañeros de colegio forraban sus carpetas.

Desde que ha llegado no ha callado. Habla en voz alta para que todo el mundo la oiga. Se queja de lo inservible que es esta espera. Nadie le contesta. Ernesto no puede evitar mirarla. Ella lo advierte y sus comentarios al aire se dirigen ahora hacia él. Para enmendar su error Ernesto tiene que sacar su iPhone, pese a no tener apenas batería, y finge que comprueba su correo.

Bien porque capta la indirecta o bien porque ha decidido que sus protestas tendrían más repercusión en el ciberespacio, ella hace lo propio y saca de su enorme bolso un smartphone marca Samsung de considerable tamaño. No tienen para comer ni para pagar la hipoteca pero son incapaces de renunciar al Facebook y al Whatsapp, pensó Ernesto. Sin embargo la curiosidad le pudo y sintió la necesidad de mirar por encima de su hombro lo que ella escribía. Tenía abierta la aplicación móvil de Facebook y allí, sin vergüenza ninguna escribía: Señor presidente del govierno sino puede solucionar lo del paro porque nos ace perder el tiempo. En tan sólo dieciséis palabras había sido capaz de cometer siete faltas de ortografía. A Ernesto le dolían los ojos. ¿Cómo era posible que aquella mujer se estuviera quejando de no tener empleo si no sabía ni tan siquiera escribir?

140B mesa 5. Ernesto vió alejarse a la Mari, a la Yoli, a la Jesi o como quiera que se llamase la literata del Samsung rumbo a la mesa cinco. Ya quedaba menos. Antes de que pudiera quitarse de la cabeza aquel 'govierno' tomó asiento a su lado un individuo menudo  de piel oscura curtida por el sol. Iba mal peinado y sin afeitar. A Ernesto le chocó muchísimo su vestimenta. Vestía un mono azul de trabajo sucio y unas botas de esas que tienen la puntera reforzada. Sus manos estaban llenas de restos de yeso y de pintura. ¿Qué hacía allí aquel tipo? Era evidente que venía de trabajar. ¿Nadie más se daba cuenta de aquello? ¿Por qué el Sistema se dejaba engañar de aquella manera?

Inmigrantes, Chonis y obreros que trabajaban en negro. Con estos mimbres, se dijo, nunca saldremos de esta crisis. Seis millones de parados. Seis millones de parásitos que pretenden vivir del Estado.

Aquellos pensamientos le deprimían profundamente. 146B mesa 13. Pero lo peor de todo, lo más deprimente, era que pese a su licenciatura en Derecho y su media docena de masters, él, Ernesto Rodríguez Guillen, iba camino de la mesa 13 de la Oficina de Empleo. Era uno de ellos.

jueves, 21 de noviembre de 2013

2 AÑOS Y 1 DÍA. TRISTE CONDENA


No sé si considerar esta entrada como un micropost o como un maxitweet. Quizá no sea más que una reflexión en alto sobre lo diferente que resulta algunas veces el paso del tiempo.

Es cuestión de la percepción de cada cual, lo sé, pero por ejemplo es curioso lo largos que se me han hecho estos 2 años y 1 día de Gobierno de Mariano Rajoy. 2 años y 1 día en los que han incumplido todas y cada una de sus promesas electorales. 2 años y 1 día de recortes y castigo continuo a los que peor lo están pasando por culpa de la crisis. 2 años y 1 día en el que el eslogan + empleo - impuestos se ha dado la vuelta y se ha transformado en un millón de parados y un del IVA ya no hablamos.

Sin embargo, resulta extraño como 38 años y 1 día, tiempo transcurrido desde la muerte del tirano, parece un breve lapso de tiempo si tenemos en cuenta que el Estado vuelve a decidir cuando una mujer tiene que ser madre, el Estado vuelve a perseguir a quien se manifiesta frente a las injusticias en la calle, el Estado vuelve a garantizar la educación solo a quien pueda pagarla, (...). Y si podemos separar a niños y niñas en las aulas mejor, que ya lo dice el dicho el hombre es fuego, la mujer estopa y viene el diablo y sopla.

Han pasado 2 largos años y 1 día y pareciera que nada hubiera cambiado después de 38 años.

sábado, 9 de noviembre de 2013

EL TIMO DE LA ESTAMPITA

Escena de Los Tramposos (1959)
Los que peináis canas como yo seguro que recordáis la famosa y genial escena de los tramposos en la que Toni Leblanc y Antonio Ozores timaban a un pobre desgraciado que acababa de llegar a la capital desde el pueblo.

El timo de la estampita es sencillo y tan solo requiere de dos personas para ejecutarlo, el 'tonto' y el gancho. El 'tonto' es un personaje que finge tener su capacidad mental disminuida y va lanzando al aire billetes al grito de ¡Estampitas!¡Tengo estampitas! para que la presa se fije en él. Seleccionada la presa entra en escena el gancho que sugiere a la víctima aprovecharse del 'tonto' para ganar así algún dinerillo. El 'tonto' dice estar tirando el dinero, billetes pequeños, porque los tiene repetidos, un sobre lleno de ellos. El gancho convence al timado para que le cambie al 'tonto' el sobre lleno de estampitas repetidas, billetes pequeños, por alguna estampita distinta, es decir billetes de mayor valor. El 'tonto' finge resistirse un poco pero termina accediendo al cambio. Cuando los tres personajes se separan, la víctima comprueba que ha dado su dinero a cambio de un sobre lleno de recortes de periódico. Ha intentado engañar a un 'tonto' y el tonto ha sido él.

El timo de la estampita es extrapolable al panorama político actual si consideramos como víctimas a los desdichados ciudadanos. Lo que es innegable es que nos están robando a manos llenas. Nos timan robando literalmente nuestro dinero, no hay más que ver los sumarios de los casos Gürtel y Bárcenas, y nos timan robando unos derechos que tanto esfuerzo nos ha costado conseguir. Es el caso de la sanidad, la educación, la dependencia, las pensiones, las prestaciones por desempleo, el derecho a decidir de las mujeres, etcétera, etcétera, etcétera.

Sin embargo, como en el caso del timo de la estampita, el Partido Popular necesita de un gancho para poder realizar este expolio, para hacer creer al ciudadano que no es tal. No le ha hecho falta buscar mucho, ha contado desde el minuto uno con la inestimable y necesaria colaboración de UPyD. La labor del gancho en esta ocasión es fácilmente identificable, bombardear a las víctimas con mensajes como todos los políticos son iguales, PPSOE, todos los males de este país son por culpa de los políticos, etcétera, etcétera, etcétera. ¿A que nunca han visto a un miembro del PP negar estas acusaciones? Pues eso.

Los mensajes del gancho están consiguiendo desalentar a las víctimas del timo y éstos se quedan en sus casas, permitiendo que el timador, el 'tonto', gane fácil las elecciones pese a tener menos votos que antaño. El resultado es palpable, el 'tonto' sigue mangoneando, el gancho empieza a acariciar el poder y las víctimas son cada vez más pobres.

El timo de la estampita nos lo están haciendo a nivel nacional, regional y local. Lo estamos sufriendo en mi ciudad, Arganda del Rey. Tenemos la renta per cápita más baja de la Comunidad de Madrid y sin embargo ocupamos el segundo puesto en cuanto a deuda por habitante. Como resultado de ambas cosas disfrutamos de unos servicios pobres y de mala calidad y de unos impuestos elevadísimos.

El Partido Popular de la localidad, pese a llevar diez largos años gobernando, sigue tirando de lo de la herencia recibida y UPyD asiente culpando a todos por igual de la situación, excepto a ellos ya que no existían hace diez años. Sirva el siguiente ejemplo para ilustrar el timo de la estampita. En la legislatura 1999/2003 siendo responsables del  Gobierno municipal la coalición formada por  PSOE e IU se construyó el Instituto de Educación Secundaria José Saramago. Cuando la Comunidad de Madrid, competente en la materia, tuvo a bien hacer el pago de las obras, ya gobernaba en la localidad Ginés López, el cual tuvo que dimitir unos años después por su imputación en la trama Gürtel. En lugar de pagar a los constructores, la corporación presidida por el Sr. López decidió gastar esa partida presupuestaria vete tú a saber en qué.

Pues bien, con una cara de cemento de tal magnitud que se podría jugar en ella un partido de cesta punta, el actual Alcalde de Arganda, Pablo Rodríguez Sardinero, afirma que la deuda municipal, que en estos 10 años de gobierno conservador ha crecido en un 663%, es por culpa del PSOE y acusa a éstos de no haber pagado a los proveedores. Llega a tal extremo su desfachatez, que va quejándose por las esquinas de tener que haber pedido dinero al ICO para pagar las obras del José Saramago. Ahora bien, va llamando mentiroso a todo aquel que no piensa igual que él.

Nuestro Alcalde nos tima y nos miente. Nos miente porque piensa que somos tontos. Nos miente porque sabe que cuenta con el apoyo de las chicas de UPyD que van contando a diestro y siniestro que todos los políticos son iguales, menos ellas, claro está.

jueves, 7 de noviembre de 2013

ARGANDA DESPIERTA


Si yo fuera cronista de un periódico tendría que empezar esta entrada diciendo que ayer los vecinos de Arganda se concentraron pacíficamente frente a su Ayuntamiento para protestar contra el elevado Impuesto de Bienes Inmuebles en un número que varía según la fuente a la que consultes; cerca de 2.000 personas aseguran los organizadores; tres y el del tambor corrigen fuentes municipales.

Yo no se si llegamos a 2.000 los que nos concentramos en la Pza. de la Constitución, pero desde luego allí había mucha, muchísima gente. Un mangurrino como este que escribe nunca había vivido una cosa parecida en Arganda.

Como decía, no sé si el número se aproximaba más a 1.000, a 1.500 o a 2.000 personas, pero lo que es seguro es que lo que allí había eran vecinos. Vecinos unidos contra la injusticia de un impuesto, al cual muchos no pueden hacer frente, y que a todos nos parece elevado. Vecinos unidos contra un IBI que habrá subido nada más y nada menos que un 100% en el periodo 2005-2015.

Desde esta modesta tribuna me gustaría felicitar a los promotores de la protesta pues han conseguido reunir precisamente eso: vecinos

Ayer, frente a la Casa Consistorial estábamos jóvenes, niños, jubilados, adolescentes, (...); estábamos parad@s, funcionari@s, maestr@s, cociner@s, enfermer@s, am@s de casa, comerciales, autónom@s, catequistas, (...); vecinos de todos los colores, vecinos más progresistas y más próximos a partidos de izquierda como PSOE e IU y vecinos más conservadores, simpatizantes y votantes de PP y UPyD; vecinos que viven en pisos en los barrios de toda la vida, vecinos que viven en los nuevos desarrollos, vecinos con adosados, vecinos con pisos de protección oficial, (...); vecinos, en definitiva, que no entienden cómo es posible que mientras sus impuestos crecen y crecen año tras año, los servicios que les presta su Ayuntamiento sean cada vez menores y de peor calidad.

He de reconocer que me sorprendió gratamente esta unidad y este despertar de un pueblo frente a quien le está asfixiando, pero también me preocupa muy mucho, después de ver su airada reacción en las redes sociales, como un partido, al que Arganda le ha dado su confianza durante años, puede llegar a sentir un odio tan visceral hacia sus vecinos.